Shangri-La es el topónimo de un lugar ficticio descrito en la novela de 1933 “Horizontes perdidos” ( James Hilton ). Por extensión, el nombre se aplica a cualquier paraíso terrenal, pero sobre todo a una utopía mítica del Himalaya: una tierra de felicidad permanente, aislada del mundo exterior. En la novela, las personas que viven en Shangri-La son casi inmortales, de modo que aventureros y exploradores intentaron hallar ese paraíso perdido.
He encontrado dos Shangri-La en Europa. Ustedes dirán si estoy en lo cierto. Dos pueblos aislados de montaña donde las flores de nieve o Edelweiss florecen. Dos pueblos que no pueden crecer, uno por falta de sitio (Hallstatt) y otro por la cruel emigración que no para. La belleza de sus paisajes dejan boquiabiertos a los afortunados que los hollan. Lugares singulares y llenos de leyendas que incluso entroncan con la prehistoria en el caso de Hallstatt. Estos dos pueblos de Aragón y de Austria nos hacen pensar en una Europa que tal vez ya no regrese nunca. Una Europa con destinos diferentes, demasiado diversa para un devenir compartido.
Hallstatt
Hallstatt es una localidad volcada sobre el lago Hallstättersee y situada en un apéndice de la región de Austria que separa, durante su tramo, a Estiria de la región de Salzburgo. Da nombre a una cultura de la edad de Hierro y su hermosa naturaleza ha sido declarada patrimonio de la humanidad. Hasta el siglo XIX la única posibilidad de llegar a la localidad era en barco o por senderos estrechos. La tierra entre las montañas y el lago es tan escasa que les impide construir más. Sin embargo desde hace milenios está tierra agreste está habitada y se dice que su mina de sal es la más antigua del mundo.
Sus 815 habitantes viven a escasos 500 mt sobre el nivel del mar
Gistaín
Gistaín, o Chistén en lengua aragonesa (Gistén con la nueva ortografía) está situado en el valle de Gistau, a una altitud de 1378 metros sobre el nivel del mar, siendo el pueblo más alto de la comarca del Sobrarbe y uno de los más altos del Pirineo. Enclavado en el centro del Pirineo más evocador hace de unión entre el Parque Nacional de Ordesa-Monte Perdido y el Parque Natural de Posets-Maladeta.
La Torre de Casa Tardán, de cinco alturas, está declarada Bien de Interés Cultural.
En 1930 Gistaín contaba con 739 habitantes pero en la actualidad su población se ha reducido hasta los 144. Afortunadamente la escuela todavía no ha sido cerrada. Aparte de la torre de la iglesia posee otras dos más de tipo defensivo que se remontan seguramente al siglo XVI como otras tantas de esta comarca del alto Aragón. Destacan entre sus fiestas el carnaval y entre su cultura una lengua, el chistabín, que va desapareciendo como sus hablantes.
El ibón de Plan, también llamado Basa de la Mora, en el valle de Gistau.
Según la leyenda, las personas de alma pura que en la noche de San Juan laven su cara en sus aguas, verán una bella mora bailando una danza mágica y embelesadora.
Según la leyenda, las personas de alma pura que en la noche de San Juan laven su cara en sus aguas, verán una bella mora bailando una danza mágica y embelesadora.
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